por Silvana López
“La lucha está aquí, dentro de cada uno de nosotros, si cedemos al odio y al temor, si hablamos de bandos en vez de hablar por cada hombre y cada mujer…”
Desde luego que tras los muros del Vaticano, donde la fe y la política van de la mano, el poder es tan codiciado como en cualquier otra institución. Cónclave, dirigida por Edward Berger, nos sumerge en una magnífica experiencia visual, donde se pondrá en juego una de las decisiones más trascendentales de la Iglesia Católica.
La película nos presenta al cardenal británico Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, cuyo deber tras la muerte del Santo Padre es supervisar la elección del nuevo Papa. A puerta cerrada en el Vaticano, los cardenales quedan aislados en un proceso de votación, que no solo pone a prueba su fe, sino también sus ambiciones y sus lealtades.
El cardenal Lawrence se convierte en nuestros ojos dentro del aislamiento. Su deber es garantizar una elección justa, pero a medida que avanza la historia, las convicciones y revelaciones de sus colegas lo llevan a cuestionar la moralidad de aquellos que aspiran al máximo poder dentro de la Iglesia. Cónclave convierte esta elección en algo tan emocionante como una contienda presidencial acompañada de rumores que se esparcen como en un drama de preparatoria.
No hace falta decir que Cónclave brilla por su elenco de renombre, que da vida a personajes que encarnan la dualidad entre la virtud y el pecado. Aunque sin duda, es Ralph Fiennes quien se roba la película con una interpretación poderosa, durante la cual nos regala una homilía tan profunda que se convierte en el momento más memorable de la cinta, haciendo que cada una de sus palabras resuenen sin importar si eres una persona de fe o no.
“La certeza es el mayor enemigo de la unidad… La certeza es el enemigo mortal de la tolerancia.”
Esta historia pone en conflicto a la ambición y la espiritualidad, a la fe y la duda, no sólo dentro de la Iglesia, sino también dentro de la naturaleza humana. Sus personajes son puestos a prueba para descubrir si al final del día buscarán seguir el camino de la fe y la pureza o si sucumbirán ante el poder y la corrupción.
De sus aspectos más impactantes es su impecable cinematografía, que contrapone una vibrante paleta de color y una magistral puesta en escena que resalta la majestuosidad de uno de los recintos sagrados más importantes para la humanidad, con la realidad mezquina y egoísta que se ocultra tras sus muros.Cónclave es un thriller inmersivo, ingenioso y emocionante que mantiene la tensión y la intriga viva hasta el último momento. No solo es una de las grandes sorpresas del año, sino que también se ha convertido en una de las favoritas en la temporada de premios y ha recibido una nominación al Óscar a Mejor Película.
