Entrevista, texto y diseño — Mafi y Bri

Un día tus sentimientos te abruman, tanto que lo único que puedes sentir es cómo te haces más y más chiquite. Los audífonos en tus oídos se encogen contigo y tus ojos permanecen cerrados mientras intentas encontrar estabilidad entre todo lo que estás sintiendo. Justo cuando puedes comenzar a sentir el pánico creciendo en tu pecho una guitarra comienza a sonar y abres los ojos. Lo primero que ves frente a ti es el azul profundo y brillante del cielo y a tu alrededor, pasto verde y húmedo donde pasean algunas vacas y ovejas. De pronto, la pequeñez de todo se siente como un regalo, un refugio para los sentimientos que te desbordan. La música de Bratty se siente justo así.
Culiacán, Sinaloa es la tierra que vio nacer a Jennifer Juárez y más tarde a Bratty, el nombre que Jennifer eligió para representar su viaje como compositora, cantante y guitarrista. Han pasado siete años desde que la propuesta musical de Bratty comenzó a gestarse y actualmente, de la mano de la viralidad en redes sociales, la representación norteña en la música pop y la autenticidad y calidez de su sonido, Bratty oficialmente está conquistando al mundo.
A inicios del año, la norteña se coronó como la primera mujer mexicana y latinoamericana en ser parte del cartel de Coachella 2023. A su presentación en el festival le siguió una gira bastante fructífera por los Estados Unidos, y hace unos meses agregó la cereza al pastel con su concierto en solitario en el Audiorio BB, su presentación más grande en tierras mexicanas hasta la fecha. Recientemente tuvimos la oportunidad de platicar con ella no sólo de esta nueva etapa en su carrera, sino también de su percepción de la felicidad en este momento de su vida, los dolores de crecer siendo una mujer Virgo, así como de la centralización artística en el país. Bratty se desenvolvió ante nosotras como la promesa del pop norteño, así como una compañera de viaje y una presencia infinitamente sabia.
¿Qué cambió ahora que regresaste a México después de tu gira por USA y que tienes tu concierto en el Auditorio BB? ¿Qué sientes diferente?
Siento que hubo mucho aprendizaje en este tour. El año empezó con todo, o sea Coachella ¡WTF! Creo que es algo que va a abrir muchas puertas. Ahora se viene un proyecto bien interesante que es este tercer álbum y siento que está llegando una nueva etapa dentro de todo. ¿Qué va a pasar después? No sé, lo que vaya saliendo. El concierto en el BB es muy importante, es el más grande que he tenido en mi carrera y va a ser en la CDMX, una ciudad que siempre me ha recibido súper bien. Es mi tercer concierto aquí. Comencé en el Caradura, tuve mi concierto en el Lunario y ahora esto. Quién sabe qué vaya a pasar, pero las esperanzas están arriba de que va muy bien la cosa. Se va a ver bien reflejada esta nueva etapa, tanto visual como musicalmente. Estaré cantando canciones nuevas y el show va a ser uno muy distinto. Siento que soy otra persona, como que se siente raro. Ahora me siento muy cómoda estando en un escenario y tengo más claro lo que quiero hacer, no tengo tanto miedo.
¿Crees que ha moldeado tu forma de habitar el mundo el hecho de que tu proyecto haya crecido tanto?
Bastante, siento que si esto no me hubiera pasado no tendría el crecimiento personal que tengo ahorita, ni la madurez emocional para manejar ciertas cosas, porque al final esto es ponerte a prueba en muchos sentidos: en tu resistencia, tu paciencia, tu perseverancia. Este trabajo te da lecciones de todo y eso me sirve mucho en la vida real, son cosas que se llevan de la mano. Al final Bratty soy yo y yo soy Bratty, son cosas distintas pero se llevan de la mano. [El crecimiento de mi proyecto] me ha enseñado a ser más resistente con las cosas, especialmente a no querer controlar todo todo el tiempo, porque no se puede; a no ser tan perfeccionista y mejor aprender sobre las cosas malas que te pasen, porque sí pasan cosas bonitas, pero también pasan cosas que sí hacen que solo quieras llorar y no hacer nada, entonces son retos también mentales.
¿Crees que ha cambiado tu percepción de la felicidad a partir del éxito que has tenido recientemente?
Yo creo que al contrario, cuando no tenía nada de esto yo sentía que “cuando haga esto perfecto y llene todo voy a ser bien feliz” y al contrario, ahora que ya está pasando y ya lo estoy haciendo… o sea en Coachella como que me di cuenta de que sí trae momentos de felicidad pero son pequeños, pero al final no es el éxito. El éxito es otra cosa, el éxito yo lo siento cuando llego a mi casa y estoy con mis perros y con mi novia y estoy bien a gusto y sé que tengo comida en mi refri. Para mí eso es el éxito, de que “wow, no todas las personas tienen esto” y pues también no todas las personas pueden decir que viven de algo que les gusta mucho y que ese algo es la música, que al final es una industria super difícil. [El éxito] me hace valorar más las otras pequeñas cosas que ya estaban. La verdadera felicidad es esa, no qué tanto dinero tengas o qué tan famoso seas, porque al final son cosas banales, pues. Me voy a poner bien filosófica, pero somos una partícula en un espacio bien grande que al final se puede acabar mañana y no importa si eres Beyoncé u otra persona, al final tiene que ver con “¿Qué hiciste tú? ¿Cómo te sientes tú con tu vida y cómo te sientes ahorita? Si te murieras ahorita dirías ‘me siento contento con lo que hice’?”
La plática con Bratty se extendió naturalmente hacia un espacio común para todxs lxs jóvenes en México: la idea de que el exterior nos presiona para hacer lo más que podamos con el tiempo que tenemos. Ahora a ella, a pesar de que acaba de lograr uno de los mayores sueños dentro de la industria de la música a nivel mundial, le llueven un sinfín de preguntas respecto a “su siguiente gran paso”. A los 22, Bratty se está teniendo que enfrentar a la idea de que su punto más alto probablemente acaba de suceder; al menos esa es la sentencia que acarrean estas preguntas.
La neta es que en la vida siempre tienes que tener una motivación constante. Ahorita estoy leyendo un libro sobre eso y justo habla de cómo nuestra existencia humana se basa en el ”¿y qué más? ¿y qué más?”. En todo el tiempo estar esperando algo y yo no tengo tan en medio eso, yo lo veo más como ir fluyendo y tomando las oportunidades que vayan saliendo a corto plazo y no tanto en “lo que sigue es tener mi casa en Miami”. No, si no que “lo que sigue es mi próximo show y voy a dar lo mejor de mí y voy a esperar que se vendan todos los boletos”, pero si no, también está bien.
En tu single Radio hablas sobre la manera en la que los hits que se escuchan en los medios masivos de comunicación tienen una fórmula muy parecida, siguiendo esta idea, ¿cómo es que manejas el tener un sonido que funcione para una distribución más masiva y que al mismo tiempo tenga tu esencia?
Al final es no pensar en eso, no pensar en “¿qué música tengo que hacer para crecer masivamente?” El mayor ejemplo justo es Radio; cuando la hice no estaba pensando en que iba a sonar en la radio para empezar. No pensé en qué van a opinar los demás, los medios, la radio sobre esta canción. Fue de esos momentos en los que dejé de pensar en todo lo demás y dije “voy a escribir sobre esto que siento y la voy a hacer como a mí me gusta hacerlo y ya”. Si piensas en eso se pierde la esencia de lo que estás haciendo para empezar y ya no sería lo mismo, ya no sería por lo que la gente te escucha.
¿Qué crees que debería cambiar en la industria para que lxs artistas que vengan de fuera de las grandes ciudades tengan espacios de desarrollo en sus lugares de origen?
Creo que es un tema difícil porque no es algo que pueda cambiar de la noche a la mañana, son cosas que van cambiando poco a poco y donde mucha gente tiene que estar involucrada. Creo que en el mundo del arte, si no te vienes a CDMX, no tienes éxito, pero creo que desencadena muchos problemas que existen, como el desinterés que hay por esa área en estados del norte, que al final no es la misma la atención que le ponen las personas que viven en la CDMX. La gente acá dice “Voy a ir al concierto de esta banda aunque no lxs conozca, porque quiero ir a apoyar” y al final qué chilo que exista esa mentalidad que muchas veces no tenemos allá. Digo, cada vez allá los jóvenes tienen más esta mentalidad de que les gusta apoyar a talentos locales y el arte. En general están más interesados en esas áreas y qué bueno que también personas como yo podamos servir de ejemplo (está muy loco eso también) de que sí se pueden lograr cosas aunque vengas de Culiacán o Badiraguato. Ahora existen muchos ejemplos y está muy chilo, pero al final creo que descentralizar al país es un cambio que tiene que darse eventualmente, pero que afortunadamente ya está pasando y ya hay gente que se interesa en hacer festivales que no sean en Monterrey, Guadalajara y CDMX.
¿Cómo te sientes de ser ese ejemplo, te pone nerviosa?
Fíjate que no, por ejemplo cuando me devolví a Culiacán sentí que sigo siendo yo allá, de que “wow, aquí no pasa el tiempo”. Es como súper raro porque me siento como otra persona, pero al final allá justo está la gente no tan interesada en el arte, entonces es algo que pasa desapercibido, entonces no me siento como persona famosa y digo, sí pasa que me piden fotos o así pero es en buena onda.
Escucha el último lanzamiento de Bratty aquí