Por: Amanda Rivera

Intermezzo fue mi segunda novela de Sally Rooney y, aunque ya la había conocido con Gente normal, esta novela me permitió nombrar una de las características de su escritura que más me llamó la atención. Hacia el final de la novela, uno de los protagonistas, Peter, narra una escena que ya había sido descrita desde el punto de vista del otro protagonista, su hermano Ivan. Esta segunda narración cambia por completo la perspectiva de lo sucedido según Ivan. Mientras volvía a leer ese momento pero con las palabras de Peter, y empatizaba con él de una manera completamente inesperada, un pensamiento cruzó mi mente: Sólo Elena Ferrante me había hecho sentir así.
Me parece un poco peligroso comparar autoras contemporáneas ya que fácilmente invita a una jerarquización. Ese no es el motivo de mi comparación; simplemente fue una forma de admiración a dos autoras con quienes, a partir de una exploración íntima de las relaciones humanas, logré entender las propias limitaciones en mis relaciones interpersonales. Este pensamiento desencadenó otra serie de reflexiones: si los estilos de Sally Rooney y Elena Ferrante eran tan diferentes, si en las novelas de Sally Rooney hay una pluralidad de puntos de vista y en Elena Ferrante casi todo está filtrado por los ojos de su protagonista, si la primera parece apostar por conexiones humanas que trascienden los impedimentos, mientras que Ferrante se suele enfocar en los obstáculos, ¿qué característica comparten que me haya provocado la misma sensación?
No creo que sea casualidad que, poco antes de experimentar estos sentimientos al leer Intermezzo, haya leído la serie de ensayos En los márgenes, en los que Ferrante explica su proceso creativo al escribir, principalmente, su tetralogía Napolitana. Ella, entre otras cosas, toma inspiración de una idea propuesta por Adriana Cavarero, quien afirma “yo te cuento mi historia para que tú me la cuentes a mí” (56). Elena Ferrante no busca narrar dos historias conectadas, sino narrar la historia de una persona a partir de la otra. Ferrante afirma que en su tetralogía: “El pecado original de las dos amigas fue creer que podrían arreglárselas solas, la primera de niña, la segunda de adulta” (87). Al centrarse en el personaje de Lenù, Ferrante nos muestra la necesidad de procurar las relaciones humanas, especialmente entre mujeres, y nos advierte sobre las consecuencias de rechazarlas.
Tal vez esta idea les suene familiar a les más grandes fans de Sally Rooney, o al menos me sucedió a mí. En una entrevista del 2019 para el Louisiana Channel, y durante la promoción de Conversaciones entre amigos, Sally Rooney argumenta que las personas se influencian una a la otra constantemente. Primero afirma que “No hay un tú sin el otro” y después precisa que “Por supuesto que todos estamos siempre conectados en una red de relaciones humanas la cual nos sostiene […] por lo que la idea de que las personas se pueden mover por el mundo como un individuo autosustentable es una ficción. Un delirio, la verdad.” Al igual que Ferrante, Rooney busca reflejar en sus novelas la inevitabilidad de las relaciones humanas, la forma en que nuestra identidad siempre es un reflejo de aquelles con quienes nos encontramos en la vida.
Aunque esta entrevista es de su primera novela, este tema está presente en todas las que yo he leído. Lo vemos en Frances, Bobby y Nick de Conversaciones entre amigos, en Marianne y Connell de Gente normal, y ahora lo vemos con los hermanos Peter e Ivan de Intermezzo. A pesar de que estos últimos se esmeran por desaparecer todo vínculo entre ellos, en la novela vemos como cada interacción que tienen, y tuvieron, tiene consecuencias tangibles en las personas que son.
Al igual que las novelas de Elena Ferrante, Intermezzo está construida a partir de un intento de conexión entre dos personajes y un impedimento para hacerlo. Mientras que Ferrante crea el personaje de Lila por medio de la voz de Lenù, Rooney le cede la voz a cada uno de los hermanos, creando un mosaico de voces. Ferrante busca replicar la experiencia humana más genuina en la que buscamos acercarnos a otra persona y conectar sinceramente, pero que nos lleva a estrellarnos con nuestra propia barrera: lo que conocemos es la imagen de le otre a partir de nosotres. Rooney, en cambio, muestra esta incapacidad de comunicación desde la perspectiva de cada uno de sus personajes, lo cual le permite a le lectore encontrarse en ambas perspectivas para llegar a entender profundamente cómo las vidas de estos dos hombres están unidas.
He leído reseñas de personas que explican que nunca les ha gustado Sally Rooney porque no les agradan sus protagonistas. Es cierto que Rooney tiende a escribir protagonistas con muchas fallas, que no son agradables, y que pueden llegar a ser sumamente egoístas. Ivan y Peter siguen esa misma descripción, al igual que las protagonistas de Elena Ferrante. Es fácil llegar a odiarles, y no siempre es disfrutable leerles. Sin embargo, y a pesar de estas fallas, estos cuentan con momentos de vulnerabilidad y de genuina conexión entre ellos. Le lectore, al experimentar estos momentos con los personajes, no puede evitar sentir empatía por elles, en particular en su novela Intermezzo. Rooney coloca a sus lectorxs dentro de sus personajes de tal forma que entendemos cada una de sus acciones. Cuando leemos a Peter entendemos su frustración por Ivan, y cuando leemos a Ivan entendemos su resentimiento hacia Peter. Por eso le lectore vive dos veces la misma escena: la primera vez siente una rabia hacia la aparente apatía de Peter, la segunda vez hacia la pasividad de Ivan. Al hacer esto, Rooney apuesta por un mundo en el que logremos una comunicación genuina, no directa de una persona a otra, sino por medio de la literatura. De la misma forma, Elena Ferrante, quien rechaza la absoluta conexión y entendimiento de una persona a otra, intenta que sus protagonistas se acerquen por medio de la palabra escrita: ya sea esa primera novela que escriben de niñas, las novelas de Lenù adulta, o los textos de Lina que Lenù lee.
Entonces, ¿qué es eso que encontré en Sally Rooney que también encontré en Elena Ferrante? Esperaba poder llegar a una respuesta clara a lo largo de esta reseña, pero sigo sin poder delimitarlo. ¿Sus personajes? ¿La forma en que conectan? ¿El rol de la literatura? Tal vez solo cómo me hicieron sentir. Cómo esas mismas novelas me influencian en mi día a día como si fuera una relación más. No solo somos el reflejo de las personas que nos rodean, sino de aquellas cuyo arte buscamos. Así, yo misma cargaré con un poco de Elena Ferrante y Sally Rooney en mí.
Referencias.
“Sally Rooney on ‘Conversations with Friends’ | Writer Sally Rooney | Louisiana Channel” Louisiana Chanel, 2005.
Ferrante, Elena. En los márgenes. Lúmen, 2022.