por Silvana López Ríos

En una industria en donde la urgencia por la fama predomina, Leo Woodall ha demostrado que la paciencia, el talento bien guiado y la confianza en nuestras propias decisiones puede construir una carrera admirable sin necesidad de apresurarse.
El actor británico ha despertado el reconocimiento no sólo de los críticos sino del público, gracias a su reciente ascenso a la fama dando vida a múltiples personajes en proyectos tanto de televisión como de cine. Su presencia en pantalla ha crecido relativamente rápido y exponencialmente.
Sin embargo, para alguien que ha estado saltando de proyecto en proyecto, no siempre estuvo en sus planes ser actor, ya que por mucho tiempo se negó a seguir los pasos de su familia, quienes también se dedicaban a la actuación. Fue hasta los 19 años que finalmente se convenció después de ver la aclamada serie de gángsters británicos Peaky Blinders.
Al graduarse de la escuela dramática en el 2019, rápidamente debutó en la telenovela inglesa Holby City y fue elegido para el papel protagónico para la película Nomad ese mismo año.
En varias entrevistas, Woodall ha declarado que la clave para su carrera ha sido escuchar las opiniones de los demás, pero sobre todo, confiar en su propia intuición. Esto le ayuda a reconocer qué proyectos le van mejor y, además de los beneficios que puedan traer, que sean algo que realmente quiera hacer.
Su debut en el cine llegó en el 2021 con la película Cherry, dirigida por los hermanos Russo y protagonizada por Tom Holland. En esta película tuvo un papel pequeño que le permitió entrar en el radar de la industria y aprender de una producción de alto perfil, con lo cual demostró que no siempre importa el tiempo en pantalla sino la capacidad de destacar dentro de cualquier papel.
Lo que realmente hizo que el mundo volteara a ver a Leo fue su personaje dentro de la serie de antología The White Lotus, en donde interpreta a un joven inglés llamado Jack. En este papel, Woodall logró mostrar la dualidad de un personaje complejo que de primera instancia parece ser encantador, pero que también demuestra una oscuridad profunda y completamente humana.
Mientras rodaba la segunda temporada de la serie, fue elegido para su papel más reconocido hasta la fecha, una miniserie de Netflix basada en la famosa novela romántica One Day. Esta historia sigue la relación de dos mejores amigos a través de su vida adulta en el que Leo le da vida al personaje de Dexter Mayhew.
Dexter es un personaje imperfecto y complejo: un joven egocéntrico que no sabe manejar sus emociones pero que encuentra su camino con el tiempo. Woodall parece entender la evolución de este personaje y entrega un trabajo en pantalla lleno de vulnerabilidad y pasión a través de su capacidad de decir más de mil palabras con sólo su mirada.
Además, nos demuestra que se necesita más que sólo ser el chico guapo para destacar en el protagónico de una serie romántica y construir una fuerte química con tu co-estrella como lo hace con Ambika Mod (Emma).
Dentro de sus papeles más recientes, se unió al universo de Bridget Jones como el más reciente – y muy joven- interés amoroso de la protagonista de la saga. El actor declaró que es importante para él balancear sus proyectos entre aquellos que requieren de “sudor y lágrimas” y aquellos te hacen reír y pasar un buen rato.
Una de sus próximos proyectos es la película histórica Nuremberg interpretando al sargento Howie Triest, en el que compartirá la pantalla con actores de renombre como Russell Crowe y Rami Malek.
Leo Woodall es el ejemplo de un actor que confía en sus decisiones y en lo que su corazón le indica para forjar su carrera. Ha demostrado que tiene lo necesario para el romance, el drama y la complejidad del ser humano. Su carrera ha ido en ascenso en los últimos años y lo ha hecho sin perder la calma ni la cabeza, recordándonos que a veces la clave no es correr sino saber hacia dónde vas.