Texto y diseño — Mariel
Los oscuros callejones del cine noir en los 40s crearon uno de los arquetipos más icónicos del cine: las Femme Fatale. Este término se refiere a un personaje femenino que usa su sexualidad, belleza y técnicas de seducción para engañar y traicionar a los hombres para su propio beneficio. Normalmente son representadas como villanas intrigantes, cautivadoras y mortales que buscan venganza y poder. En la década de los 40s se veía como una mala rebeldía y algo peligroso que una mujer fuera independiente, que tuviera metas más allá de casarse o ser madre y que tomara roles laborales. De ahí nace la idea de que si una mujer disfrutaba de su sexualidad sin tener compromisos la hacía alguien amenazadora. Femme fatale es la representación de una sociedad en contra de la liberación femenina.
En sus inicios en el cine (y desde una mirada masculina) una femme fatale era un peligro para el protagonista: se demonizaba su independencia, haciéndola ver manipulativa y egoísta. Hoy en día se ha re-apropiado el término para dar mayor desarrollo al personaje, convirtiendo a las mujeres en presencias completas, impulsadas por su hartazgo a no ser escuchadas y ser menospreciadas. Utilizan los estereotipos a su favor al esconder su inteligencia detrás de la belleza y seducción para distraer al hombre, haciéndolo creer que no tienen sustancia, cuando en realidad esconden una mente estratégica e inteligencia superior a la de su oponente.
Un gran ejemplo es Jessica Rabbit de Quién engañó a Roger Rabbit, donde se crea a propósito a este personaje con todos los estereotipos de una femme fatale para burlarse de este arquetipo y demostrar que su modo de ser en la trama es culpa de una perspectiva machista, de ahí sale la frase “Yo no soy mala, es que me han dibujado así”. Podemos ver cómo a lo largo de la película se revela su valor y fortaleza más allá de su atractivo sexual.
En el cine contemporáneo este arquetipo muestra mujeres más completas con papeles más importantes en la trama. Dan una vibra de justicia y nos enseñan que la verdadera fuerza reside en la capacidad de una mujer para escribir su propia historia y forjar su propio destino. Una de mis favoritas es Cassie de Hermosa Venganza, ella toma ventaja de la creencia que tienen los hombres que las mujeres son “fáciles” y utiliza su sexualidad para cumplir con un objetivo personal más grande conectado con hacer justicia e informado por la impotencia que siente al ver que las mujeres no son escuchadas y son vistas solo como una aventura de una noche.
Sean representadas como villanas, heroínas o antagonistas incomprendidas, no hay duda que son una de las presencias más intrigantes en la pantalla. Emanan seguridad, fuerza y ambición, nos hacen sentir cautivades y con ganas de estar de su lado, de verlas triunfar mientras arruinan el plan de un hombre. A través de su astucia, belleza y determinación, las femme fatale nos recuerdan que las mujeres son seres complejos y multifacéticos que no pueden ser reducidos a simples estereotipos.
