Por: Fer Cisneros

No-skip album (álbum sin saltos)*: un álbum sin saltos se define como un álbum de algún músico o cantante que no tiene canciones malas, por lo tanto, no necesitas saltarte alguna cuando lo escuchas.
RUBEDO de Carmen María es un perfecto álbum sin saltos que redefine el sonido del pop latino al explorar diferentes géneros y entrelazarlos de manera brillante para contarnos una historia personal y familiar con la que todes podemos identificarnos.
Con Alejandro Sanz, Bon Iver, C. Tangana, Daniel Caesar, Soda Stereo, Natalia Lafourcade y la Orquesta Aragón entre las fuentes de su inspiración, nos regala un álbum exquisito que explora diferentes etapas a través de una alegoría química.
Para Carmen María, la transformación del metal es un reflejo de su transformación personal, “es una metáfora de la experiencia humana en un viaje profundo del caos a la luz” – RollingStone.es
De acuerdo a EssentialInstitute.org, la alquimia consta de tres fases:
- Nigredo (o ennegrecimiento): Plomo. Fase inicial del proceso, la oscuridad, la inconsciencia y el descenso.
- Albedo (o blanqueamiento): Mercurio. “Cuando la persona harta de sufrir, despierta, escucha su sabiduría interna y descubre su esencia divina.”.
- Rubedo (o enrojecimiento): Oro. “El color de las cosas que brotan, pasión, alineamiento con nuestro propósito. El rojo es la promesa de que está a punto de producirse un nacimiento.”.
“Las letras de Rubedo son experiencias basadas en mi vida y en la de mis abuelos. La única regla del disco es que todo tenía que ser verdad. Hablan de mi historia (…) y atravesar todas las expectativas, decepciones, ansiedades hasta entender que la respuesta de mi bienestar, de mi alma, no están en otra persona o en el mundo externo si no en mi conexión con algo más grande y el alineamiento con mi propósito.”. – Carmen María para Exa.TV
En la portada del álbum, Carmen María aparece en un fondo color rojo que simboliza la última etapa de la transformación, un renacimiento, con el símbolo del uróboros (una serpiente comiéndose a sí misma) como adorno, representando que las cosas no desaparecen, sino que se transforman en un ciclo perpetuo de destrucción y creación.
A través de 11 tracks, Carmen María nos guía a través de un ciclo de transformación y renacimiento. Desde el inicio con “CECI CHULA”, una emotiva oda a la memoria donde la voz de su abuelo nos introduce a una canción que evoca un amor profundo que trasciende la ausencia física, hasta el cierre con “EL TECHITO”, una reflexión íntima sobre el descubrimiento personal y las conexiones perdidas, el álbum se presenta como una narrativa de experiencias vividas y trascendidas.
Cada canción es pieza clave de un rompecabezas. “CAE” nos sumerge en una dualidad entre la nostalgia de los sueños perdidos y la esperanza de un nuevo comienzo al enfrentarnos a nuestros miedos y anhelos. Con una melodía envolvente y emocional, nos invita a abrazar nuestra vulnerabilidad y encontrar fortaleza en la incertidumbre. Por otro lado, temas como “TANTO PARA NADA” y “CAFÉ Y ALCOHOL” nos pintan un retrato de lucha por encontrar estabilidad y la pérdida de control frente a la desilusión.
“Una forma de seguir que al final me va a matar” – CAFÉ Y ALCOHOL.
El corazón del álbum reside en “RUBEDO”, la canción que da nombre al disco y encapsula la travesía de Carmen María. Aquí, los dolores y las pruebas se enfrentan y trascienden: el caos es un proceso hacia la iluminación personal. El sufrimiento y la tristeza son partes esenciales de nuestro camino hacia el crecimiento espiritual.
“Rubedo, ya casi te veo” la esperanza de la culminación de la alquimia: la transmutación del dolor en oro.
Sin embargo, al alcanzar la iluminación, seguiremos evolucionando y siendo propensos a una dualidad fundamental: “MIEDO O AMOR”. Una melodía que resuena profundamente y nos muestra cómo el amor puede prevalecer sobre el miedo en todo este proceso. Una elección que define la narrativa del álbum y la evolución emocional de su autora.
Finalmente, “EL TECHITO” cierra el álbum como una mirada reflexiva hacia el pasado y la anticipación del futuro. Una canción íntima y reflexiva que celebra las conexiones que han acompañado su camino, dando forma a su crecimiento espiritual. La letra es una descripción vívida que evoca imágenes sensoriales: risa, misa, mezcal. Reconoce las heridas que aún deben sanar para poder renacer. Un momento de introspección que une todas las experiencias narradas en el álbum.
En palabras de Carmen María para RollingStone.es, “El viaje más profundo y personal que he hecho, deja de ser mío para ser NUESTRO.”.
RUBEDO está disponible en todas las plataformas.