Aquí no hay sed: entrevista con Alberto Villareal

Entrevista por Garye | Texto por Mafi

El boom de la literatura juvenil en la década del 2010 y el momento más importante de booktube en español no pudieron haber existido uno sin el otro. En algún momento entre 2014 y 2016 Youtube estaba repleto de jóvenes de todas partes del mundo hablando de los libros que más les gustaban, haciendo book tags que otres creaban e incentivando a miles de jóvenes a hacer lo mismo: tomar un libro, compartir lo que les hacía sentir con otras personas y, si querían ser parte de ese mundo tan vasto, grabarse y compartirlo en internet.

México fue el punto geográfico donde nacieron y se desarrollaron varios de los canales más populares de BookTube en español, especialmente en el norte del país. Entre todas las caras, recomendaciones y portadas de libros comenzó a destacar la pasión y característica sonrisa de Alberto Villarreal, el chico de -en ese entonces- 18 años detrás del canal Abriendo Libros.

Hoy, casi 10 años después, muchos de aquellos canales ya no existen o han cambiado de forma radical su contenido, pero todavía podemos encontrar a Alberto platicándonos sobre sus lecturas de una manera que se ha vuelto más que familiar a lo largo de los años. Aún así, el paso del tiempo es claro, pues ahora el regiomontano además de BookTuber es un autor publicado, por lo que actualmente, sumados a sus recomendaciones, comparte con su audiencia las anécdotas, detalles y procesos detrás de sus novelas y poemarios.

Conociendo la forma tan cercana y amena que tiene al momento de escribir, en Casi Cielo tuvimos la oportunidad de platicar con Alberto para hablar de Aquí no hay sed, el tercer poemario de su autoría y que, al tratartemas como el amor adulto, la religión y las dinámicas familiares, es el más maduro hasta el momento.

El proceso para vulnerarse con estos temas no es algo sencillo, pues el autor nos cuenta que es un proceso que puede tomarle años: “Rescato textos de hace 4–5 años y los comienzo a transformar para darles una segunda vida. Trabajo con ideas con las que ya hice las paces”. Al final, Alberto sabe que el miedo que acarrea la vulnerabilidad es parte clave del trabajo artístico, cualquiera que sea la forma de este; aún así: “La vulnerabilidad es lo que permite conectar. Siempre estamos en busca de calidez y humanidad en les demás. El proceso [para superar el miedo] nunca termina, entonces a veces toca cerrar los ojos y dar el paso”.

Casi Cielo: ¿Qué va primero, la poesía o la terapia?

“Creo que cada quien tiene su proceso, pero yo quería estar seguro de que la decisión que estaba tomando era la adecuada. Sobre todo en lo familiar: crecer en este núcleo y sentirse descuidado… […] cómo estos textos pueden interpretarse como que no me cuidó mi familia y luego, cuando se lean los textos, herir a estas personas, cuando creo que todo es más complejo que decir ‘me cuidaron o no me cuidaron’. Es asegurarnos de que todos estamos en un buen momento para hablar de ello y lidiar con esos textos y lo que pasó”.

Este proceso se ve reflejado en sus textos de forma clara, tal es el caso del poema “Manto” y cómo estas líneas abordan el deseo de conocer algo a lo que no puede accederse a simple vista, esto también hace referencia a decidir qué compartir y qué no con su público.

“El hecho de quitar el manto, de develarlo y de mostrarlo significa que eres vulnerable, pero al mismo tiempo tienes el poder. Tú decides cuándo hacerlo y de qué manera hacerlo. Al hablar de ciertos temas cuando tú lo decides es muy poderoso. En Aquí no hay sed es un proceso que hablaba con mi terapeuta de ‘oye, quiero hablar de este tema ¿qué te parece’” porque además sé que cuando publique lo que sea que escriba será leído por mi familia, entonces también se vuelve muy complejo. Me leerán las personas que no me conocen, con las que crecí, con las que he tenido una relación; y está este niño interno y estas heridas y también las sano. Es un proceso muy complejo que puede no parecerlo cuando ves el libro, pero dentro de mí hay mil emociones y mil preguntas.

En los primeros textos hablamos de abuso sexual que es un tema muy complejo, algo que involucra vergüenza y culpa. Una versión de ese texto había sido escrita hace 5 años, pero sabía que en ese momento de mi vida no podía lidiar con lo que sea que pasara, fuera nada o muchas cosas. Se quedó guardado hasta que me sentí en un lugar seguro.

Yo creo en la vulnerabilidad y en mostrarse y no sólo para hacer arte sino para sanar con nosotros mismos. Era algo que tenía que hacer y eventualmente pasó. No pasó cuando lo escribí, no pasó antes de escribirlo, no pasó cuando sucedió esa situación, pasó cuando me sentía listo.”

Entre los temas de Aquí no hay sed que requieren todo este trabajo de introspección y cuidado encontramos la religión, un acercamiento más que valiente en un país con una población católica tan grande, pero al mismo tiempo acertado y cercano para el público lector de Alberto.

“Siempre ha sido un tema que me ha interesado. De hecho, uno de mis mejores amigos estudia en un seminario, por lo que tenemos oportunidad de explorar juntos el tema. Como mexicanos, la religión católica tiene mucho peso en nuestro desarrollo. No soy creyente e igual me siento culpable por hacer cosas que la religión católica castiga, a pesar de no creer. Es muy fuerte la culpabilidad y el peso que se maneja en este tema. Quiero explorarlo, entenderlo y desapegarme y, al mismo tiempo, hacer las paces con ello. He escuchado que Dios me cuida, pero a veces no me siento cuidado por Dios. Quiero lograr hacer las paces con Dios para dejar de cargar esta idea que no me pertenece.”

La posición geográfica del autor está plasmada de forma clara en todo “Aquí no hay sed”, pues sumándose al tema cultural-religioso, las ciudades en donde Alberto tiene oportunidad de escribir también se vuelven protagonistas de sus palabras.

“Me siento más inspirado fuera de Monterrey. Hablo mucho de mi ciudad porque donde creces define mucho de lo que eres, por eso está el estereotipo del regio. Alguna vez leí un poema de Benito Taibo que hablaba de cómo en Monterrey no se puede escribir poesía por el calor y la frustración y yo coincido un poco. Seguro mi estilo de escritura cambiaría si no fuera en Monterrey. Incluso hay estudios de cómo las creaciones de los artistas cambian dependiendo de la temperatura: si el clima es cálido todo se vuelve más agresivo y si hace más frío las personas se vuelven más calmadas. A mí me gusta escribir cuando estoy viajando. […] Este no es un poemario creado en Monterrey, es un poemario sobre mí y los lugares en los que he estado.

“Siento que no soy el estereotipo de norteño pero hay ciertas cosas en mí que…no puedo renegar de ellas. Hay un poema de Alfonso Reyes que se llama “El Sol de Monterrey” y habla sobre cómo podemos estar en la sombra e intentar escapar del sol, pero siempre vamos a estar en la resolana sin poder escapar de él y justo es eso: no voy a poder escapar de Monterrey, de mi crianza, ni de mi contexto.”

El cuidado que Alberto pone en sus textos y su persona al momento de escribir también está cimentado en la admiración y aprecio por obras de otres autores, en ellas ha encontrado inspiración y ánimo para explorar otras formas de escritura que hasta el momento le eran ajenos, tal es el caso de los epitafios que encontramos en este poemario:

“Cuando escribo un libro leo mucho del tema de lo que estoy escribiendo. En la primera parte de Aquí no hay sed se habla de las muertes que vamos teniendo en vida y Emily Dickinson y Pizarnik hablan de este tema. Exploro lo que otras personas han sentido y escrito. Los epitafios nacen de uno que encontré en internet: uno de Nicanor Parra escrito para Gabriela Mistral. Era un epitafio y al mismo tiempo un poema y justo me sorprende cómo la poesía puede estar en todos lados: epitafios, haikus, poemas, en el día a día”.

Descubrir la poesía en todas sus facetas y personalidades ha reafirmado la relación que el autor tiene con la escritura académica y las reglas que pretenden dictar qué es y no es arte o poesía.

“No soy una persona que quisiera escribir poesía como se supone que debería hacerse. Al inicio, los primeros poemas de Aqui no hay sed los escribí con una estructura muy marcada porque tengo dos partes de mí, donde una dice “tienes que escribir de forma muy marcada para volverte un escritor serio”, pero otra parte de mí va contra eso. Yo empecé a hablar de libros en internet para acercar a las personas a los libros y yo creo que escribir de una forma que no me es natural para tener este reconocimiento también me aleja de ese propósito que es acercar los libros de las personas. Siento que cuando hablas desde el corazón y te muestras vulnerable y no adornas tanto el texto suele agradar más a las personas y conecta con ellos. […] Yo siempre sentí que mis libros pueden ser un puente a otros libros.”

Desde aquí es claro la importancia que el público tiene en el trabajo de Alberto, después de todo, sus inicios como booktuber han servido para fomentar una dinámica de familiaridad y apego entre ambas partes, por lo que sus seguidores y lectores siempre están presentes, incluso en el proceso de planeación.

“Siempre estamos buscando humanidad y calidez. Lo encuentro en todos lados, en mis lectores, en mis clubes de lecturas. Todos estamos buscando una mirada y ya. Ellos lo pueden encontrar en los textos y yo lo puedo encontrar en su retroalimentación, en sus comentarios o en las ferias. Es inevitable no pensar en el lector cuando estoy escribiendo. Intento no hacerlo para que no influya en lo que estoy trabajando, pero al final siempre están ahí. El libro será leído por cierto tipo de lector e intento pensar en ellos, en lo que están buscando y lo que necesitan, para así encontrar el punto medio entre ‘yo necesito hablar de esto’ y a lo mejor ‘estas personas necesitan escuchar sobre este tema’ o ‘a lo mejor tengo que cuidar este otro tema’. Intento buscar el punto medio en el que todos podamos fluir”.

Aquí no hay sed está dividido en naranjales y viniles ¿por qué haces esa división y los nombras así?

“Con naranjales hablamos más de la persona, del yo lírico… Alberto Villarreal, o lo que sea. Creo que las naranjas siempre han sido un elemento presente en lo que he escrito y en mí como persona, como niño. Yo crecí en la casa de mis abuelos y había un naranjo en el patio, entonces de ese elemento central todo lo que había alrededor era mi vida, rescato eso”.

“Y viniles, aunque no soy fan de la poesía que tiene rima, la poesía en esa sección es más rítmica y melodiosa. Creo que el amor es como música, entonces no podía huir de eso y tocó representarlo con el nombre de viniles”.

La distinción de Aquí no hay sed con los otros trabajos de Alberto también se resalta en la forma de agregarle elementos visuales.:

El elegir los collages, ¿cambia el sentido de los poemas o fue una decisión estética?

“Los collages los hizo Jos, que trabaja como editora en Planeta y a quien conozco desde hace mucho tiempo. Me gusta mucho su trabajo y quería sumarla al proyecto. Ella me conoce muy bien, conoce toda mi historia y creo que fue la persona indicada para el trabajo, porque no teníamos que explicarnos los textos porque ya entendíamos de dónde venían. Todos los poemarios que he publicado tienen algún tipo de ilustración porque creo que en la poesía es necesario este descanso, no buscar terminar el libro rápido sino tomarnos el tiempo. Las ilustraciones, los collages están ahí como un descanso literario, para reflexionar sobre lo que leímos o regresar si queremos. Es irnos con calma y creo que la ilustración lo logra. Además, sentía que los collages podían representar mejor de lo que hablaban los poemas, creo que las ilustraciones de los libros pasados se prestan para ser más sencillas. Aquí sí era un trabajo más de recolección, poner una sobre otra, pensar más sobre el significado del texto, un trabajo más elaborado. Quería crear algo más para Aquí no hay sed.

¿Hay algo más que quieras compartir sobre este poemario?

“Creo que es el poemario para estas personas que no están sintiendo el amor de una forma tan intensa y caótica como en mis poemarios anteriores. Es un experimento y un juego. Creo que es un libro al que se pueden acercar las personas que ven la literatura con esta óptica, que quieren divertirse, pasarla bien, conectar, que buscan humanidad y calidez”.

Alberto Villarreal está trabajando en varios proyectos, entre ellos una novela que puede ver la luz a finales del próximo año.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más nuevo

Sobre nosotres

¡Hola Querubines!

Medio independiente con presencia en diferentes ciudades del país tales como Morelia, Monterrey, Puebla, Querétaro, Tijuana y Ciudad de México. Nos enfocamos en crear contenido de cultura pop, destacando el trabajo de mujeres, personas LGBT+ y otras disidencias. 

encuentrános en...

Categorías

versión impresa

Open Book

SPOTIFY

Instagram

Edit Template
© 2023 Diseñado por alemcnt