

Pily
Las calles de México se llenaron de carisma y buena onda desde que Pilar comenzó a patinar. Actualmente es fotógrafa de conciertos, modelo, skater y es la creadora de Un día de patinetas, un medio de skateboarding femenil que pretende acercar a las mujeres al deporte desde un espacio de acompañamiento y cuidado. En un futuro, Pily espera poder tener su propia asociación civil que se dedique a acercar a las mujeres al deporte.
¿Cómo es que la fotografía llegó a tu vida?
Pues literal, empecé con la fotografía por casualidad. Estuve trabajando hace algunos años en el área de Recursos Humanos y administración de una empresa japonesa. Cuando salí de este lugar un amigo mío estaba trabajando en unos videos para una campaña de skate. Al momento de asistir a varios eventos era necesario tener un registro, por lo que me enseñó los básicos de foto y de ahí me enamoré. Poco tiempo después me compré mi cámara y literal me puse a ver todos los tutoriales que podía encontrar sobre foto en YouTube. Y así fue como empecé, tomando fotografías de conciertos, retratos de mis amigos del día a día y después una amiga empezó a crear un medio de música hecho por mujeres. Me invitó a colaborar con ella como fotógrafa y creadora de contenido visual. […] [el concierto] con el que terminé enamorándome de la fotografía fue el de Red Hot Chili Peppers en el Palacio de los Deportes. Ahí fue cuando dije esto me encanta, esto es lo mío, yo de aquí no me muevo.
¿Cuál fue tu primer acercamiento al skate y cuándo fue que comenzaste a practicarlo? ¿Fue en momentos diferentes?
Sí fue en momentos diferentes, aunque la verdad siempre me llamó la atención. Siempre quise intentarlo. Cuando tenía 17 años tuve la oportunidad de comprar mi primera patineta, pero solo aprendí a literal avanzar, y eso más o menos. Ya cuando cumplí 21 años empecé a salir con un chico que patinaba y pues obviamente me empezó a llevar a practicar y conocer más cosas y a más personas. Cuando yo iba en la secundaria estaba muy de moda Avril Lavigne y era este estandarte de la chica en patineta, hace poco ví uno de sus videos y ni siquiera sabe hacer dropping y me quedé como “¿QUÉ?”, pero es cuando te das cuenta del gran impacto que puede tener una acción bien pequeñita. Entonces digo, si yo no la hubiera visto yo no estaría aquí haciendo lo que estoy haciendo y no habría encontrado una de mis pasiones.
Por eso siento que, por ejemplo, por parte de mi familia nunca ha habido apoyo en este aspecto del skate, mi mamá siempre ha sido como de “No, eso es para hombres. Te vas a caer” y no sé qué. La verdad es que a veces es difícil seguir con las cosas que tú crees que están bien cuando no tienes ese apoyo, pero a pesar de no tenerlo, he tenido apoyo de muchos otros amigos. El círculo que se forma en este deporte es bien bonito y vas conociendo gente y vas viajando y vas teniendo diferentes experiencias que te dicen “Sí, haz esto si este es tu sueño y ve hasta donde toques pared”, aunque lo cierto es que nunca se toca pared.
Mi objetivo es justamente alentar a las chicas hacia el hecho de que puede haber muchísimas negativas alrededor de ustedes, pero si ustedes creen que esto es lo correcto, háganlo, porque a veces no sabes las maravillas que vas a descubrir si te atreves a intentar las cosas. Ese es uno de los objetivos de Un día de patinetas, no hay edad ni impedimentos para nada, esto te va a nutrir en un buen de cosas.
¿Las tablas que has tenido a lo largo de los años tienen algo en común?
Todas van variando. Me gustan mucho los colores negro, blanco, rojo, pero he tenido hasta una rosa. Es muy difícil tener siempre el mismo estilo o la misma tabla, pero siempre trato de utilizar colores muy acordes a mí. Aunque ahorita tengo trucks azules, sólo porque no había de otro color. Pero sí, siempre va a haber algo diferente.
Al momento de hacer skate, con todo lo que eso implica, como tus trucos, rutinas o outfits, ¿tienes una marca personal?
Tengo un amigo que alguna vez me preguntó “¿Por qué te arreglas tanto para patinar?” y pues sí, por lo general las personas no se arreglan tanto para eso, pero a mí sí me gusta llevar mis aretitos, anillos y maquillaje. A mí siempre me ha parecido importante estar presentable, especialmente porque no sabes a quién puedes llegar a conocer. Pero para patinar literal llevo pantalón cómodo, casi toda mi ropa es negra, playera holgada o crop top, tenis negros y sudaderas anchas.
¿Cuál crees que es la percepción que la gente tiene de las morras dentro del skate?
Creo que en general desde fuera las personas que no practican este deporte son muy “¡Wow, una chica patinando!” y les sorprende mucho. Para nosotras es muy normal, es nuestro día a día. Desde fuera puede parecer muy sorprendente o el “¿Qué pasa cuando te lastimas?” “¿No te da miedo?” Y pues si, siempre va a estar ese miedo, pero el skate te ayuda a romper las barreras del miedo y eso también se refleja en nuestro día a día. En la vida como seres humanos nos da mucho miedo hacer cosas, pero el skate nos enseña que te vas a caer las veces que sea necesario, sean una o dos, y no hay problema. Entonces sí, muchas personas tienen esta idea de que somos muy perseverantes y valientes, eso también está padre.
¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer dentro de este deporte?
La mayor parte ha sido muy buena. Lamentablemente todas las chicas que estamos en este mundo hemos recibido críticas de parte de hombres o incluso otras mujeres. Me ha tocado que muchos amigos y amigas me digan como “Oye, escuché a esta persona hablando esto de ti…”, pero la verdad soy una persona a la que no le importa lo que diga la gente. Mientras yo haga lo que amo y no lastime o le haga daño a nadie, eso es suficiente para mí. En general ha sido una experiencia muy buena, las personas que he conocido en el lado bueno han sido personas súper lindas, desde patinadores, dueños de marcas y comunidad… Por las dos cosas que me han pasado malas, no se opacan todas las cosas buenas: viajes, conocer personas… es invaluable toda esa parte bonita.
¿Cuál es tu siguiente meta a cumplir?
Muchas cosas. Siempre he sido una persona a la que le gusta estar en constante movimiento, siempre me gusta estar trabajando. Acabamos de tener un evento en House Of Vans hosteado solo por Un Día de Patinetas y fue un día muy importante para mi. Entonces lo que sigue es no quitar el dedo del renglón, seguir trabajando en esto que amo y hacerlo, literal, hasta que ya no pueda más. Sé que siempre van a venir cosas mejores, porque cuando una hace las cosas con amor todo el mundo lo nota. Eso es lo importante: hacer las cosas con amor porque es cuando las cosas salen mejor.

Jacqueline
Hace 17 años Torreón vió nacer la pasión de Jacqueline Cruz por el skate. Ahora, con 27 años la originaria del norte del país es una de las referentes del patinaje de la Ciudad de México, también es instructora de patinaje en Pata de Perro School y podemos encontrarla trabajando en diversos comerciales y series de televisión.
¿Cuál fue tu primer acercamiento al skate y cuándo fue que comenzaste a practicarlo? ¿Fue en momentos diferentes?
Mi primer acercamiento fue por mi hermano, él patinaba y yo recuerdo que en nuestra casa en Torreón tenemos una cochera y a mi me gustaba patinar desde la puerta a la puerta de la cochera. Siempre le decía a mi hermano “quiero patinar”. Estamos hablando de hace unos ¿10 años?… No, más. Estaremos hablando de hace unos 17 años. Yo debí haber tenido unos 10–12 años la primera vez que me acerqué a una patineta y desde ese entonces quise aprender, pero yo estoy operada de la cadera, entonces mi mamá desde siempre ha sido como “Jacqueline, ¿por qué patinas si estás operada de la cadera?” por una parte, o en general estas ideas machistas más arraigadas en ese entonces del “No, no vas a patinar. Eres niña.”
A los 16 años entré a trabajar y me compré mi patineta. Comencé a patinar a los 17 años y justo estoy por cumplir 10 años en este deporte.
¿Para ti qué representa tu tabla?
En realidad cambio de tabla casi cada mes, entonces fíjate que con el tiempo no te encariñas tanto con el objeto como tal. Pero realmente la patineta para mi significa literal mi vida, mi seguridad. Patinar me ha generado libertad, autoestima alta, seguridad como persona. Me ha abierto horizontes. Me ha hecho llegar a lugares que yo no tenía pensados. Sin la patineta yo no sería quien soy ahora.
Al momento de hacer skate, con todo lo que eso implica, como tus trucos, rutinas o outfits, ¿tienes una marca personal?
Ah, claro que sí. Creo que cada patinador tiene ahora sí que su estilo diferente y su manera de patinar. Creo que igual me visto de muchas formas, no creo que tenga un estilo en general. Un día puedo andar muy buchona y al día siguiente verme súper rockera, pero creo que al final del día el patinar te da esa libertad ¿sabes? No dice “ah, ¿eres banquero? No puedes patinar” o “ah, ¿te ves así? No puedes patinar?”. El patinaje te da esa libertad de lucir como tú quieras, de escuchar la música que tú quieras. Al final lo que nos junta como skaters es ese amor que le tenemos a la patineta, ese amor que nos hace sentir y la seguridad que nos da estar arriba de la tabla. Cuando yo estoy arriba literal me siento como todopoderosa, siento que todo lo puedo hacer. Siento que eso pasa cuando practicas este deporte, te sientes diferente cuando estás arriba de tu patineta, como que puedes lograr todo lo que te propones. Para mí la patineta significa resiliencia, en todos los ámbitos.
¿Cuál crees que es la percepción que la gente tiene de las morras dentro del skate?
Creo que ahorita ya está un poquito más abierto. Aunque la verdad para mí es complicado hablar de eso, porque yo vengo de fuera de la CDMX, ¿sabes? Y por ejemplo todo eso aquí en la Ciudad de México ya es como… “normal”. Yo doy clases de skate y los papás llevan a las niñas a sus clases. Ahora que se hizo olímpico, el skate es visto de otra manera, ya no es algo de “Ay, esos vagos”; eso en cuanto al deporte en general. Y hablando específicamente de niñas, creo que en el país sigue estando el estereotipo de que sólo es para hombres, aunque menos que antes. Creo que las mujeres ya creamos una comunidad aunque no sea tan grande, pero creo que eso es en la Ciudad de México, porque si tú te vas a provincia o a lugares más pequeños es más difícil empezar a patinar como niña.
En diciembre di un curso y tengo una sobrinita que tiene 13 años y tiene su patineta, pero ella vive en Chihuahua y me comentaba como “Ah, es que me da pena ir a patinar”, pero no tanto porque se vaya a caer. Creo que las niñas que comenzamos a patinar llegamos a un deporte que se cree de hombres y literal es llegar y apoderarse del lugar, es llegar a sus espacios. Creo que justo hacer eso cuando tienes 13–14 años es muy complicado, especialmente cuando son los años de formación de nuestra autoestima y personalidad. Al final como dije, estamos avanzando, pero creo que México es un país que es central, o sea, esos espacios o “avances” se ven en la Ciudad de México, pero el punto es que se construyan espacios seguros y diversos en otros estados también.
¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer dentro de este deporte?
Como mujer creo que es difícil mantenerte en un deporte donde la mayoría de las personas que lo practican son hombres. Porque si tú llegas como hombre a un skate park es “normal”, pero cuando una morra llega a un skate park está esta concepción de “ah, la morra que viene a ligar” o “la morra que viene a llamar la atención”. Con las morras son muy duros, ¿sabes? Y de cierta forma siento que como mujer tienes que ganarte ese respeto de “Yo también vengo a patinar, wey. Me vale madres que estés o no aquí”.
¿Cuál es tu siguiente meta a cumplir?
Estoy trabajando en varios proyectos para algunas marcas. Tengo un próximo montaje de skate, es un video de puras morras, un video patinando 100% calle. Tengo próximo mi video-parte también. Un video-parte es un video de aproximadamente 3–4 minutos grabando trucos en calle y estaré grabando con Sunday, una de las marcas que me patrocina. Se viene también un evento nacional en marzo y planeo salir del país este año.

Ari
A los 27 años Ari decidió salir a la calle con todo su estilo y talento como ilustradora para convertirse también en skater. Ahora, a sus 30, su suavidad y sus dibujos de diablitos se conjuntan para darle un giro a la vibra de las patinadoras de la CDMX.
“Soy una morra que se dedica a dibujar y casualmente el dibujo le ayuda a sobrevivir.”
¿Cómo crees que se conjuntan estas dos partes de tu vida? ¿Hay un punto de encuentro entre ambas?
Sí, porque justo la ilustración me permitió entrar al skate. O sea, yo siempre quise patinar y por miedo o por otras cosas no lo pude lograr en su momento. Y justo la ilustración me acercó a poder colaborar con gente que patina y a poder atreverme a aprenderlo y hacer proyectos de skate. Creo que ese es el medio o el punto en donde convergen las dos. Una [la ilustración] me llevó a la otra [el skate] y [el skate] me llevó a hacer proyectos [de ilustración].
Quedándonos con la parte del skate, ¿cuál fue tu primer acercamiento al deporte? Pero también, ¿cuándo fue que comenzaste a practicarlo?
Sí, la cosa es que la primera vez que me acerqué al skate era muy chica,creo que tenía 13 años. Porque mis hermanos empezaron a patinar y entonces yo tenía como todo este referente como Rocket Power y Sakura, que patinaba en patines, pero pues al final era algo así muy cool. Ya cuando mis hermanos empezaron a patinar empecé a ver los vídeos que traían a la casa, las revistas, a sus amigos, todo el estilo y la música, como que me empezó a gustar, todo el mundo, no solamente el skate, sino lo que lo rodeaba. Fue [a los] 13 años que me gustó mucho y me atrapó y ya cuando empecé a practicarlo fue por ahí de los 26 años, quizás 27, que fue cuando ya conocí a más chicas y que también tuve el dinero y el tiempo para una patineta propia. Entonces fue el momento adecuado de conocer a Pily, que me encargó ilustraciones, y decirle “A ver, enséñame” y poder comprarme mi tabla y poder practicar yo y empezar a, pues a notar eso: que es un deporte completamente en solitario, pero que también con amistades puedes ir creciendo y que te van inspirando . Y justo que llegara Pily, porque había momentos donde yo no pude practicarlo porque siempre eran vatos, y yo me sentía como cohibida, ¿sabes? Claro, como muchas de las chicas que hemos estado en este mundo y justo al empezar a conocer morras fue de “Qué liberador que no te están juzgando”. Entonces esos fueron los dos momentos importantes.
¿Cuál fue tu experiencia al empezar a patinar ya en tus veintes?¿En algún momento te estresó pensar que ya estabas muy grande, por todas las ideas que hay alrededor de empezar?
Sí, justo. Es muy pesado, porque realmente el skate es algo que tienes que hacer chico, porque es un golpe. O sea, realmente suponen muchos golpes, muchos golpes. Y entonces cuando eres joven no sientes nada y también tienes mucho tiempo además, porque es práctica, práctica, práctica. Y sí, se recomienda [empezar joven], pero la verdad es que al hacerlo ya de grande está bien padre. Para mí el skate es muy liberador. O sea, no sé hacer trucos porque la verdad sí me da miedo por la edad. Ya lo piensas dos veces porque no tienes seguro o tus papás ya no te cuidan o, por ejemplo, si me rompo la muñeca, pues yo vivo de dibujar, entonces…sí, es un factor bien loco la edad. Pero también está esa liberación que yo sentí y que he visto en algunas amigas que les he enseñado a patinar ya también a mi edad (yo tengo 30). Al ver sus caritas y verlas decir “No ma, qué divertido” como que yo también digo “Ah, o sea, también está chido hacerlo de grande”. Y creo que sí tienes que tener cuidado porque te puedes romper la mano o algo más feo, pero la verdad es que es un deporte, o incluso una forma de transportarte y de relajarte. Puedes decir, no sé, quiero ir a Reforma en domingo y me voy a divertir, a ponerme mis audífonos y listo. Entonces es muy liberador quitarte ese tabú y hacerlo de grande y está muy chido.
¿Para ti qué representa tu tabla?
Pues para mí si es algo bien personal porque es como el teléfono o como las libretitas con tus stickers, customizada, y así. Para muchos la tabla es como un medio que vas a romper y romper, y de repente los vatos así se ponen: “Es solo una tabla, tú patinas”, ¿ya sabes? Pero yo como ilustradora y que me gustan todas las cosas que hago, pues la verdad siento que mi tabla…las tres tablas que he tenido si están como bien pensadas. Como “esto tiene una temática y los tornillos tienen que ser así” o “yo quiero poner esto en mi lija, quiero que sea un diablo para que vean que soy darks”, tonterías así. O sea, al final la tabla sí representa mi personalidad, pero siento que también es como mostrar mi teléfono y qué hay en mi case, así tan personal como podrían ser otras cosas. Entonces sí es muy importante para mí como ilustradora.
¿Cuál es el elemento más representativo de la tabla de Ari?
Me he esmerado en dibujar mis lijas. Tengo unos plumones de lija y he hecho ahí mis diablitos, muy mi identidad, muy mi ilustración.
¿Cuál es tu marca personal en los outfits que usas para patinar?
No sé, yo creo que lo único que pienso es que esté muy cómodo, porque al principio era muy ir así, bien fachera, como sentirte Avril Lavigne, ¿no? Pero luego te vas dando cuenta qué cosas sirven y qué cosas no. Yo antes decía “Ay, ¿por qué se acaban sus tenis tan rápido? ¿Por qué no los cuidan”, pero ya luego entiendes muchas cosas, o sea, no tan guango porque estorba, no tan pegado por cómo saltas. Entonces yo creo que ahorita el estilo en sí no hay tanto, más que ir bien cómoda para poder hacer cosas, porque sí te cansas y tienes que moverte, entonces yo creo que también yo lo veo así, porque yo voy al hobby. Yo creo que los morros más de 15 a 23 años sí han de pensar más en su estilo porque andan en la onda… Obviamente [mi estilo tiene] sus toques de siempre, de que me gusta el happy punk y el punk y pues me gustan las playeras cholas y cosas así, entonces obviamente trato de ir acorde con mi estilo de siempre, pero cómodo.
¿Cuál crees que es la percepción que se tiene de las mujeres que hacen skate?
Creo que ahorita está mejor, que cambió. Pero en general creo que la idea es que no saben, que no le dan igual que un hombre y que muchas ni saben patinar, pero que todos sus followers son porque son bonitas. Creo que esto se repite en muchos rubros, en muchos campos de la vida. Pero esa percepción la tenía yo desde chiquita, que las mujeres no saben patinar, como que se rinden fácil y cosas así.Y por eso yo también me alejé, porque eran todos vatos tóxicos y no había chicas que quisieran patinar, como que no se atrevían. Y ahora que yo quise entrarle, fue mucho más fácil, y aparte hay un buen de chiquitas, un buen de niñas dándole. Las morras que ahorita están representando…aunque les falte como nivel, por ejemplo, comparadas con las de Estados Unidos…pero pues es que también en Estados Unidos tienen una cultura desde hace muchos años y aquí pues todavía estamos creciendo. Los vatos todavía son tóxicos, pero sí siento que va cambiando, poco a poco, pero sí va ayudando a que la escena de las mujeres crezca. Sí, tengo esperanza yo de que en cinco años, diez años las niñas que están ahorita dándole y tomando clases puedan tener un nivel y motivarse o al menos motivar a más para que salgan a patinar.
¿Cuál ha sido tu experiencia de primera mano siendo mujer dentro del skate?
Pues está súper chido, la verdad. Creo que hay algo para todos también. Las morras sí se apoyan y como que en ese aspecto puedes encontrar un grupito y puedes salir a patinar y aparte esta onda de salir con tus amigas a patinar, irte a comer y luego estar todas cotorreando en el parque…pues a mi me parece muy chido el skate, más que como un deporte, como un estilo de vida. Te mueves en tu patineta, te vas de viaje a conocer spots, conoces a más gente. Hay un buen de morras que se apoyan entre sí, aunque no todas se junten, la verdad es que hay muchos grupitos a los que te puedes acercar y cuando están sacando un truco todas son como “Ah, no ma, te rifaste”. Mi opinión acerca del skate es que está bien chido y que nada más es cuestión de encontrar tu lugar.
¿Tienes alguna meta próxima ya sea en el skate o en la ilustración?
Sí, justo, hicimos una guía Pily y yo de skate hace unos tres años y ahorita la estoy rehaciendo como un reto de ilustradora, que sea algo más llamativo y a mi estilo, que sean cosas que puedan jalar no solo a la gente del skate, sino a la gente que le gusta la ilustración. Como ilustradora es un gran reto para mí, porque siempre creo que se puede mejorar. Y a la par hay más proyectos de skate como dar más clases o ver cómo se pueden conseguir más eventos que puedan seguir apoyando el proyecto de Pily, del cual yo me siento parte. Creo que el reto es ese, crecer ese tipo de proyectos.


Productora: Casi Cielo
Dirección de Arte: @fragido
Intervención: @fragido y @eva.yanez
Fotografía: @eva.yanez
Maquillaje: @callingfromundermybed
Styling: @jxcquelinelr
Asistencia de foto: @ginacgut
Vestimenta de: @vans_mx
Entrevistas por: Mafi Paredes