por Miranda

Últimamente las marcas mexicanas se vuelven cada vez más interesantes pero las que estoy por mencionarte tienen un elemento particular que las vuelve únicas, además de que cuentan con una investigación artística profunda, 2 de ellas son del interior de la república y 2 más son de la periferia de la CDMX. ¿Conocías alguna?

Diseñador independiente del estado de Oaxaca.
Las siluetas exquisitas de sus prendas honran los elementos tradicionales de las indumentarias oaxaqueñas, mezclando la tradición e historia sin caer en la nostalgia. La marca se caracteriza por realizar prendas como forma de expresión artística, creando una narración poética alrededor de la manta, el encaje, los plegados, los tintes naturales y las historias de su familia. El proyecto se sostiene desde la moda lenta y los procesos creativos responsables y sus prendas han vestido a drag queens y a la gran modelo Karen Espinosa Vega.
“ – Elit Rue– ” surge como una necesidad de expresión personal, de encontrar un significado al nombre que me otorgaron mis padres y de un trabajo constante de introspección a través de la costura.
Mi equipo y yo construimos una propuesta llena de estilo, piezas atemporales, funcionales y vanguardistas, rescatamos las siluetas tradicionales y nos enfocamos en darles un aspecto fresco y urbano.
A lo largo de estos 10 años de trayectoria hemos trabajado en distintos ámbitos creativos, explorando el vestuario para teatro, drag y colaborando con artistas locales e internacionales para vídeos musicales y presentaciones en vivo, las colaboraciones con otros creativos han sido fundamentales para encontrar la esencia de la marca.” – Elit Rue.

Artista Visual nacida en la Ciudad de México.
Si tuviera que describir su proyecto textil sería: “Tu outfit es como el de una niña chiquita que dejaron vestir sola”, pero como un cumplido, ya que la niñez representa algo disruptivo, en donde se encuentran muchas preguntas para aquellos adultos que han dejado escondidos en la mochila del olvido el juego, la ternura y la diversión.
Lila juega con lo onírico y lo cotidiano: la construcción de su mundo se basa en colores estridentes, telas holográficas, siluetas poco ortodoxas, elementos reutilizados y pinturas faciales.
“ –Vestirnos como nos gusta es un acto de resistencia y ternura en un mundo tan complejo como este –
Fui muy afortunade de que mis padres me dejarán experimentar con mi ropa desde la infancia. Parte de la inspiración de la ropa que creo es la colorida ropa deportiva que veía que mis abuelos usaban para correr, por eso intento que la ropa que hago sea lo más cómoda posible, permitiendo un libre movimiento a la persona que la usa. Mi madre fue la persona que me enseñó a coser a una temprana edad, ella siempre ha sido una persona muy creativa, hasta el día de hoy hace muchas manualidades.
Yo percibo mis creaciones como amuletos de buena suerte qué se activan al ser usados, utilizó los colores y las texturas como mis principales herramientas, me gusta crear ficciones a partir de la nostalgia por eso muchos de los materiales que empleo son ropa de segunda mano.” – Lila Pesadilla.

Proyecto fundado por Arantxa Apolinar y Ricardo Revueltas de Torreón, Coahuila.
La particularidad de esta marca es que utiliza la merma textilera proveniente de la empresa R’Marín, fabricante de uniformes, y transforma la materia prima de la vestimenta industrial para crear conjuntos duraderos y versátiles. Los clásicos pantalones de mezclilla mutan en prendas usables en el día a día, haciendo una remembranza a los trabajadores que deben usar esta prenda como norma y/o a manera de protección en sus diferentes centros de empleo.

Marca de la Ciudad de México, de la mente de la artista visual Maccda.
Retoma los uniformes escolares de escuelas públicas para crear prendas que nos recuerdan a los recreos con la playera manchada de chamoy, las ensoñaciones plasmadas en el cuaderno de matemáticas y los papelitos aventados mientras la maestra no ve. Esta marca rompe las limitaciones de los barrotes de las escuelas para dejar fluir una superposición de texturas, tartanes e ilustraciones que crean una vestimenta que no restringe sino que deja expresar nuestra personalidad, lejos de la homogeneidad del uniforme.